31 octubre 2023

Sólo asesinatos en el edificio

Only murders in the building (Serie de tv, 20th Century Fox Television/20h Television/ Rhodesia Island Ave. Productions)

 


A raíz de un comentario en alguna red social que hablaba de lo cansados que estábamos empezando a estar de los titulares hiperbólicos (presumo, aunque no recuerdo bien, que esa en cuya destrucción, a base de tomar sistemáticamente las peores decisiones, está ocupando su divorcio la autoproclamada "mente más brillante de nuestro tiempo"), reflexionaba conmigo mismo en esa necesidad que parecemos estar teniendo, y que se justifica con esas frases grandilocuentes que llenan medios especializados y bitácoras informales como la que ustedes están leyendo, de convertir nuestras experiencias (personales, sexuales, culturales en general, y audiovisuales específicamente en este caso particular) en acontecimientos únicos e irrepetibles, como si se nos fuese a castigar por disfrutar de la mediocridad, de la repetición, de lo mismo. O se están poniendo los pelos de punta con la mejor película/serie/libro/disco... de la historia, o es lo peor que se ha estrenado en la historia del cine y no sabemos por qué nadie se gastaría el dinero en producir eso. Insistimos en no permitirnos grises cuando grises son la mayoría de cosas que nos rodean y, salvo imposturas forzadas, la mayoría de lo que más gusta. Lo demuestran los datos de audiencia cada vez que emiten Grease o Pretty Woman en abierto.

En esta gama de los grises tendríamos que situar a esta Only murders in the building, de cuya primera temporada ya hable, mucho y muy bien, donde antes. Y está en los grises porque, como ya dije en ese post anterior, no estamos ante la serie que va a cambiar el mundo de las series. Ni lo está buscando ni lo necesita. 

Serie confortable, en el sentido de aquello a lo que los americanos llaman "confort food", esa comida que te da calorcito porque es grasa, rica, te recuerda otras cosas entrañables, alejada de la alta cocina, pero que todos asumimos y comemos con cariño. Esta serie es algo que ya hemos visto otras veces, que no aporta nada nuevo, pero que consigue que te rías, que te emociones, que lo pases mal por los personajes, que sientas cosas, por más que no va a estar, probablemente, en ninguna de esas listas de "las mejores series de la historia" que elaboran cada seis meses tres revistas distintas, porque hay que ir generando hype.

¿Que qué cambios hay respecto a la primera temporada? Ninguno. Asesinatos, amigos metomentodos plantándole la mosca a una Policía que no sabe hacer su trabajo, chistes macabros, tópicos, labores de investigación más o menos torpes, luchas por derechos de autor y ocurrencias que descubren a asesinos, exactamente igual que en su temporada previa, o en cualquiera de las aventuras de Jessica Fletcher.

¿Y si es lo mismo por qué lo vamos a ver? Porque entretiene, es divertida, hay chistes generacionales, milenials que se dan cuenta de que ya no son jóvenes, padres que posan en pinturas eróticas donde salen con los huevos colganderos, psicópatas que no creen que intentar asesinar a su novio sea motivo suficiente para romper la pareja, la inspectora Williams, Uma, Jane Lynch, Shirley McLain, Tina Fey y, en una tercera temporada donde aprovechan que se traslada el conflicto al teatro para jugar con todos los tópicos posibles de Broadway, un Paul Rudd y una Meryl Streep maravillosos como protagonistas. Y una planificación estupenda, y una estética luminosa y colorida, y una música estupenda, y un todo para que pasemos un rato agradable, sin necesidad de provocarnos preguntas que nos incomoden.

Si no pueden disfrutarlo, ustedes se lo pierden.

29 octubre 2023

El crítico

El crítico (Juan Zavala, Javier Morales Pérez, 2022)

 

Presentada en San Sebastián, a modo de homenaje, por esa jubilación anunciada que parece que no va a llegar nunca (yo, al menos, no paro de escuchar hablar de sus opiniones acerca de todo), al, posiblemente, crítico de cine más relevante de este país, ahora y desde hace cuarenta años. 

Que Carlos Boyero es un personaje en sí mismo es algo que a nadie de una cierta edad al que le interese el cine le sorprende. Yo llevo leyendo críticas suyas desde adolescente, y riéndome mucho con sus ocurrencias, en la misma línea que lo hacía con las de Antonio Gasset en aquel primer Días de cine que tanto se echa de menos. A Gasset se hace referencia en  el documental, precisamente, por compartir la visión de Boyero respecto al mundo del cine, por más que, en general, siempre fue mucho más diplomático.

Esa visión del mundo del cine, y cuando se habla del mundo del cine, se habla de todo lo que rodea las películas, no tanto de ellas, es el centro de esta especie de intento de disección del personaje, con una colaboración por su parte que impresiona entregadísima, casi a modo de divertimento, en el que, por una parte, se intenta repasar su historia, la propia de un crápula desde la infancia, para relacionarla con esa visión del cine, su aparente único amor y al que él mismo reconoce haber dedicado más tiempo y cariño que a ninguna otra cosa, con el tiempo que le ha tocado vivir y el cierre (desde hace años, aunque cada vez más pronunciado) de una etapa de trabajo en un oficio que ha vivido muchos mejores momentos, y de cómo su visión no sólo no es compartida, sino que es vilipendiada (por muchas razones, entre otras la envidia a unas condiciones laborales que él exigía y otros le pagaban) por las nuevas generaciones.

El retrato es hasta cierto punto indulgente, pero no amable, incluso directores a los que ha dirigido críticas furibundas lo tratan con mucho más cariño del que él mismo parece creer merecer, por más el propio Boyero parezca intentar hacer todo lo posible porque el resultado sea el contrario. 

Presentado como un misógino sibarita más preocupado por llamar la atención que por darle dignidad a su oficio, Boyero recoge el guante, y no sólo lo reconoce, sino lo amplía, describiéndose como un misántropo hijo de una cultura machista (se insiste mucho en ello, de hecho) al que le gusta la buena vida, y lleva haciendo todo lo posible por vivirla así, incluyendo el escribir para que se le entienda por el vulgo, y no sólo por los lectores de Cahiers du cinèma.

Me gusta especialmente que, dentro de su visión descreída, sarcástica, del propio descrédito que tiene hacia su persona, y de que no parezca creer que merece el esfuerzo hacer cambios, revisar sus privilegios (e incluso renunciar a ellos, cosa que parecen pedirle los que no los comparten), ni deconstruirse en modo alguno, es capaz de entender que las nuevas generaciones lo hagan, que tenga claro que está en un mundo que ya no es el suyo, y que esté más dispuesto a respetar visiones divergentes que gente mucho más joven que él. Pero a mi es que este señor iracundo, rencoroso y que no para de descalificarse a sí mismo y al mundo que lo ha rodeado en general, me hace gracia y me cae bien. Quizá por mi propia tendencia misantrópica, quizá por ese amor al mundo del celuloide que me lleva a escribir estas páginas como si supiera de lo que hablo.

28 octubre 2023

Colgados en Filadelfia

It's always sunny in Philadelphia (Serie de televisión, Bluebush Productions/3 Arts Entertainment/ RCH/FX Productions/ RCG Productions/ Sunny Television Productions

Después de que Disney+ tomara la mejor decisión de su historia incluyéndola en su catálogo (hubiera sido mejor aún si no hubieran hecho desaparecer un par de capítulos por blackfacing, pero bueno, han censurado Monsters Inc, tampoco podíamos pedirle peras al olmo), para que en Españita pudiéramos comprobar que, tal y como llevábamos años oyendo, es una de las series más divertidas del panorama sitcomiano actual y convertirse en una de mis series favoritas.

Tras una temporada quince divertidísima, pero un tanto extraña, y una pausa de dos años que a algunos, que no hacemos mucho por informarnos, nos hacía presagiar que no viviríamos más aventuras de The Gang, resulta que este verano FX estrenó una temporada tan corta como la anterior, y que vuelve a demostrar que se puede tener la peor de las leches a la hora de hacer retratos de al sociedad occidental sin tener que recurrir a grandezas. Y que Disney+ ha metido en su catálogo sin ningún tipo de publicidad, siendo conscientes de su existencia porque hemos visto las anteriores, la seguíamos teniéndola en nuestras listas y, en un momento determinado, apareció como pendiente de continuar viendo. Así de bien funciona la plataforma, tanto que no vamos a dudar en pagar 5 euros más al mes para no poder compartir cuentas, ¿verdad?

Anyways... Gente camino de los cincuenta (algo más en el caso de Frank) que no es capaz de entender que el mundo cambia por algo, creyendo que lo saben todo, sirviéndose mutuamente de sacos de boxeo, no haciendo nada por superar sus traumas infantiles o su idiocia, según el caso, siendo los peores trozos de mierda que los seres humanos pueden ser, sin que hagan ningún tipo de toma de conciencia y/o viaje espiritual que les permita cambiar y convertirse en mejores personas. Todo por el bien de la comedia.

El último capítulo, con Dennis haciendo una especie de insight acerca de cómo se puede joder uno la vida buscándose problemas y no adaptándose a un mundo que no tiene ningún interés en adaptarse a uno, para terminar volviendo a demostrar que él no tiene que hacer nada de eso porque no es ningún pussy, es para enmarcarlo. Repito: todo por el bien de la comedia.

 

27 octubre 2023

Doctor sueño

Doctor Sleep (Mike Flanagan, 2019)

 

Desconocía que existía una secuela de The Shining, entre otras cosas porque, por más que lo siga en Twitter, desde inicios de mi edad adulta estoy muy despegado de lo que escribe Stephen King, tampoco tengo muy claro por qué con lo que disfruté hasta algunas de sus novelas apócrifas.

Pero The Shining sí. Me fascinó tanto en novela como en cine, en sus versiones original o castellanizada, con ese doblaje infame que, a estas alturas y con la distancia, entiendo que ayudaba perfectamente a la sensación de irrealidad y miedo que Kubrick quería. Quizá por eso a él le gustó tanto.

Estos son los antecedentes, que de nada sirvieron para mi experiencia con una película que vi como solución de compromiso, repasando el catálogo de HBOMax en una tarde buscando algo que contentara a los presentes. Tardé en darme cuenta de la relación, más de mitad del metraje, hasta que caí en que el protagonista era Danny, el pequeño dueño del resplandor de la novela y película originales, a pesar de las referencias y con ayuda, precisamente, de la falta de exceso de las mismas y el intento de separarse de su precuela. 

No creo que esa distancia parcial ayudara en absoluto a la cinta, tampoco lo contrario. Si de algo hace gala Doctor Sleep durante la mayor parte de su metraje es de una aparentemente calculada falta de personalidad, no deja de ser cine de género dentro de la media, mediocre, del mismo. Tarda en comenzar, tarda en que entendamos qué es lo que está contando, tarda en que integremos las distintas historias y adonde nos quieren llevar... todo ello desde una mirada aséptica que no molesta, pero está bastante cerca de aburrir.

Los actores hacen lo que pueden, la dirección es eficaz por más que no se diferencie de ninguna otra película del estilo, la historia va avanzando... pero no es hasta su media hora final, esa vuelta al hotel donde se produjo todo, y donde todo terminará, donde realmente coge peso, ahí ya sí que por medio de referencias que se convierten en homenajes a la cinta de Kubrick, que Flanagan abraza sin pudor, como si en realidad fuera lo que hubiese querido hacer desde el principio. Sólo ahí consigue mantener el ritmo, se vuelve vibrante, angustiosa y tensa, y parece otra película, muchísimo mejor que todo lo que hemos visto antes, aunque no sé si tanto como para justificar el muermo anterior. 

P.D.: Me da la impresión de que casi todo lo que veo últimamente se salva por los finales. Lo mismo deberían mirárselo, o prestar yo más atención a los inicios y los medios, no sé... 

26 octubre 2023

Quantumania

Ant-Man and The Wasp: Quantumania (Peyton Reed, 2023)

 


Da la impresión de que a todo el Marvel Cinematic Universe le ha sentado fatal esa fase 4 que parece que, gracias a dios, ya va terminando. Cierto que tras la traca final de Los Vengadores era complicado seguir hacia arriba, pero también es cierto que, como ya comentaba de Wakanda Forever, una cosa es bajar el nivel y otra estar más perdido que el barco del arroz.

Sólo se han salvado las que tienen detrás personalidades con cierta entidad que trasladan a las películas (Waititi, Gunn), pero el desnortamiento ha sido tan generalizado que lo han notado hasta subfranquicias ya consolidadas. Le pasó al Dr. Extraño (su multiverso de la locura se quedaba muy a medias, lo salvaba el homenaje a Wanda que, finalmente, terminaba siendo, y la pericia de Raimi, que no lleva cuarenta años dirigiendo fantástico por casualidad) y le pasa, mucho más, a la tercera entrega del Hombre Hormiga.

La historia comienza cuando, una vez pasado un tiempo prudencial de tranquilidad, Scott Lang, su hija y la familia Pym son engullidos por un portal y trasladados al mundo cuántico, y tienen que salir de ahí. Para ello tendrán que conseguir negociar y superar una serie de obstáculos, consecuencia de la larguísima estancia previa de Janet en dicho mundo, y de la traición por su parte vivida por Kang, un viajero galáctico desterrado en el mundo cuántico y que tras no poder salir de él, se convierte en su gobernante y señor, viéndose nuestros héroes obligados a colaborar con él so pena de perderse a ellos mismos.

Bien, pues con estos mimbres, en vez de coger lo que viene siendo la tónica general de las películas previas de Ant-Man, esa especie de despreocupación y tendencia a convertirlo todo en divertimento, deciden comenzar a hacer que el héroe se empiece a tomar en serio, quiero pensar porque eso es lo que ellos entienden que corresponde al arco de alguien que debe ir madurando, y convierten la tercera película de uno de los personajes más divertidos del MCU en una suerte de melodrama descafeinado, por momentos aburridísimo, y que aguanta gracias a los secundarios, que aportan todo el humor que les falta al resto.

Lo de que aparezca Kang, ese gran villano, para hacer el papelón que hace es lamentable (aunque los post-créditos avisan de que hay posiblidad de solución futura), aunque no tanto como el CGI, cosa que tampoco ayuda mucho cuando prácticamente toda la película se desarrolla en ambientaciones que deben hacerse de forma digital.

No es lo peor que ha salido del MCU, dista mucho de ser lo mejor, pero me cabrea mucho la oportunidad desaprovechada. Se puede ver.

24 octubre 2023

El Mandaloriano

The Mandalorian (serie de televisión, Lucasfilm/Walt Disney Pictures)

 


Me resulta raro ponerme a estas alturas a hablar de una de las pocas series que he visto en tiempo y llevo al día, la verdad, cuando ya van por la cuarta temporada (en algún momento Disney tendrá que dejar de repetir la broma esa de que The book of Boba Fett no es la tercera) y mantiene una estabilidad razonable respecto a su inicio.

Quizá podría haber sido interesante hablar del secreto de su éxito inicial, en un momento en el que el cabreo del fandom clásico ante las nuevas películas (que, sin ser gran cosa, personalmente no me parecieron tan terribles) hacía peligrar uno de los grandes focos de ganancia económica de la franquicia (gente que no había superado su adolescencia, pero que tiene dinero para comprar mucho merchandising, e hijos y sobrinos a los que iniciar en la secta), ofreciéndoles una serie que volvía a las raíces clásicas de las cintas originales, quicir, a una historia de aventuras simple hecha con cariño y cuidado, pero sin quedarse en la pura repetición de patrones, e intentando dar algo de profundidad y perspectiva adulta a lo que se cuenta para poder llegar a más público. Pero llego tarde para eso.

Así que diré que The Mandalorian es, con permiso de Andor, de la que ya hablé en el otro sitio, y a pesar de sus más que notables diferencias, la única serie del universo Star Wars que me interesa y que considero que mantiene un mínimo más que decente de calidad, y todo por gracias a una propuesta sencilla, pero efectiva y, sobre todo (permitidme que insista nuevamente), por estar hecha con cariño y mucho cuidado.

A lo mejor resulta paradójico hablar de sencillez ante uno de los buques insignia de una de las productoras más ricas de planeta, pero eso es lo que llevó al éxito a George Lucas en los ochenta, y esa es la piedra con la que Jon Favreau lleva amartillando su creación desde el inicio. 

Tramas simples, más o menos lineales, aunque con algún giro y/o sorpresa,, sobre conflictos sin demasiada complicación aparente (buenos contra malos, y otros "in between", que en algún momento se terminan señalando) pero que van mucho más allá de lo dicotómico, sin insistir demasiado en las aristas de cada cosa porque el quiera verlas puede hacerlo y el resto, puesto no hace falta. 

Sus personajes no son inmóviles y tienen problemas, preguntas y crisis vitales que sirven para acercarlos a lo que viene siendo un adulto, aunque quedándose a años-luz de una existencialidad que en este tipo de productos no se necesita para nada. Cambian, sufren, ríen, lloran, tienen aristas, y está Grogu, el baby-Yoda al que casi nadie llama por su nombre, muñeco perfecto para la venta, a la vez que fuente del conflicto fundamental del protagonista, de él consigo mismo y su herencia y legado. 

Lo que más importa es el como, y volvemos a los mundos galácticos especialmente áridos, reforzando la faceta de western moderno que el propio Lucas reclamaba para sus primeras cintas, aquí con referencias mucho menos sutiles, e incluso algún duelo al sol. No se pierde el tiempo en diatribas que no interesan al público potencial, a veces los capítulos son extremadamente cortos, pero todo tiene que ver con una economía narrativa de la que ya podría contagiarse el resto de superproducciones.

No sé si me estoy explicando bien, leyéndome tengo dudas acerca de ello, pero quiero dejar claro que esa simplicidad, que me parece tan acertada, no tiene nada que ver con los estereotipos o la puerilidad de, por ejemplo, ese despropósito de serie que le hicieron a Kenobi. Tiene que ver con haberse dado cuenta de que no se necesitan grandes aspavientos, en ningún sentido, para hacer un producto que guste a su público potencial, e intentar darlo sin hacer una serie para los cuatro imbéciles que creen que la franquicia les pertenece, y sólo quieren ver lo mismo repetido una y otra vez. Con mucho, es lo más meritorio.

P.D.: los story-board finales de cada capítulo. El nivel de cuidado para gastarte las perras en hacer cómics sólo para poner los nombres sobreimpresionados de los que han trabajado ahí. El detalle que es eso.  

22 octubre 2023

La guerra del mañana

The tomorrow war (Chris Mckay, 2021)

 


Un buen día, así como un martes por la tarde, aparecen en La Tierra unos señores que vienen del futuro explicando que mantienen una guerra con unos alienígenas que se han cargado a media humanidad, y la solución que se les ha ocurrido es ir a buscar a sus ancestros para sacrificarlos y, eventualmente, con la superioridad numérica, vencer a los bichos, porque en esa Tierra distópica o bien las leyes del espacio/tiempo no se cumplen, o el sistema curricular de los países desarrollados se ha terminado de convertir en una formación profesional sin más interés en la educación, no lo dejan claro.

La historia es que a los Gobiernos del mundo les parece muy bien la propuesta y van seleccionando gente ante la premisa de que, o mueren en el futuro en una guerra que ni les va ni les viene, o mueren en su vida presente, una cosa muy desde la libertad democrática de occidente. Sorprendentemente la mayoría de la gente opta por ir a luchar al futuro, algunos, como nuestro protagonista, para darles un futuro a una hija que, en el futuro, es generala o algo así del ejército, vamos, que no le ha ido tan mal.

Total, que van al futuro, Chris Pratt ve que van a perder la guerra porque lo están haciendo todo mal, y ya de vuelta en nuestro presente, se acuerdan de que en el algún momento alguno de ellos vio Terminator, y deciden que a lo mejor la solución es intentar eliminar la amenaza extraterrestre antes de que llegue, más que cuando ya no hay nada que hacer. Por lo que sea a ninguno de los gobernantes ni asesores de los Gobiernos actual y del futuro del mundo se les ha ocurrido que eso pueda ser una opción.

Así que nada, que como los Gobiernos son unos inútiles, Chris Pratt le pide ayuda a su padre anarcocapitalista que lo abandonó porque le parecía todo demasiado woke, y allá que van y consiguen anular la amenaza alienígena, porque saben más y son más capaces que los Gobiernos esos que sólo quieren controlarnos la vida y que pretenden que los americanos blancos traten a los negros o los hispanos como si fueran personas. Eso último no lo dicen claramente, pero yo lo saco por el contexto.

Una fantasía distópica trumpiana, que me imagino que hará las delicias de todo el movimiento ancap. Más allá de eso, si te gusta el cine, mal lo llevas.

El guión parece hecho con una IA antes de que se pusieran de moda, que se ha dedicado a hacer un copia y pega de distintos tópicos manidos, y recopilar diálogos de películas de marines de los ochenta, siendo la aparente única función del guionista ponerlas en orden para que tuvieran algo de sentido. Y ni por esas. 

Mucho efecto especial, mucha acción absurda y larguísima, mucho actor que no parece saber qué hace ahí... excepto Chris Pratt, cuya transformación paulatina en supremacista blanco (aún no parece haber llegado, pero démosle tiempo) desde que empezó a ciclarse para salir de Pawnee, hace que se lo tome muy en serio, como si realmente estuviera participando en una buena película y le fueran a dar algún premio, o lo que cuentan fuera trascendental, pero demasiada pasión por lo suyo.

Buscando en google la foto para ilustrar el post acabo de encontrarme con que planean una secuela. Por culpa de decisiones como esas es por las que todas las compañías de streaming no paran de subir los precios. La opción de dejar de tirar el dinero abandonando esa costumbre de producir mierdas tampoco está en sus planes. 

21 octubre 2023

Picard

Star Treck: Picard (serie de TV, CBS Television Studios/Roddenberry Entertainment/Secret Hideout)

 

Parece que por fin ha llegado el momento de hablar de Picard, y eso sin haberla terminado de ver, entre otras cosas porque han pasado más de seis meses desde que terminé la segunda temporada, justo cuando se estaba comenzando a estrenarse la tercera, y una vez pasado ese tiempo, ni la he visto ni tengo planes ni interés en verla en un futuro cercano, por más que los medios especializados hayan hablado maravillas de ella.

Mi conocimiento del universo Star Treck es básico, limitado a lo que yo considero cultura general de alguien nacido en los setenta y a quien le gusta la tele y la ciencia ficción, por más que ya, como premilenial que soy, lo trekkie era quizá un poco naif y claramente superado a nivel técnico por otras franquicias galácticas de la época. Pero sí que en su momento vi alguna película y varios capítulos de la serie original y, sobre todo, de The Next Generation, lo justo para conocer al personaje.

Es cierto que ante el panorama que nos tocaba (si no recuerdo mal, estábamos en pleno confinamiento), que me había gustado mucho el reboot cinematográfico de la partida de personajes original (con tres películas, creo, estupendas, que merecieron mucho más éxito que el que tuvieron), y lo mucho que se publicitó como "acercamiento adulto" a la franquicia, disfruté la primera temporada. Entre otras cosas, porque casi todo estaba bien.

Si bien el ritmo era lento de más (no me supone mucho problema cuando tiene sentido, pero sí que la trama no daba para tanta duración) y parte de los personajes y los conflictos eran un tanto estereotipados (en la línea de la serie original), en general estaba todo muy bien hilado, había, efectivamente, un tono general más adulto, el presupuesto daba para unos efectos especiales decentes, y el tono, mucho más cercano a la intriga política, le sentaba francamente bien. En los últimos capítulos conseguía un ritmo narrativo más apropiado, y terminaba con fuegos de artificio, desenredando sus tramas hasta resolverlas, y aportando una emoción que, más allá de los esfuerzos de Patrick Stewart durante toda la temporada, no terminaba de llegar.

¿Me gustó tanto como yo creí en principio? A tenor de que no me he acordado de ella durante dos años, la lógica me dice que no. Lástima que no hiciera caso de ella y decidiera ver la segunda temporada. Me recordó a Galactica, la serie original, en esa segunda temporada desastrosa que decidieron ambientar en La Tierra, teóricamente por temas presupuestarios, convirtiéndola en una especie de serie seudopoliciaca cutre que no gustó a nadie. Aquí no fue para tanto, le reconozco algún mérito con respecto a la continuidad, pero sí que es un retroceso importante.

Vuelta a los clichés manidos, vuelta a los conflictos emocionales de chichinabo con resoluciones infantiles, todo ello con el mismo tono pausado y tontorrón de otras cuarenta series de aventuras que siempre se han dado en abierto, por más que nunca hayan llegado a nada, resolviendo de forma más o menos resuelta (valga la redundancia), pero con un desarrollo aburrido y sin mucho interés.

Como he dicho, más de seis meses hace que la vi, y mi intención, sabiendo que la tercera temporada era la última, y por ese afán completista que comentaba antes, era terminar de verla. Tiempo he tenido desde que planeé escribir de ello, hace mucho, cuando lo hacía en el otro blog. Como ya dije antes, la lógica dictamina que si ha pasado tanto y no me he puesto con ella, mucho interés no tengo y, de hecho, confieso que entre mis planes inmediatos hay muchas más series y películas que ver antes que esta, aunque no lo descarto. 

En caso de que finalmente lo haga y, efectivamente, todos esos medios de comunicación que tanto dinero publicitario reciben de Amazon tengan razón, y  esa tercera temporada haga que merezca la pena el tiempo perdido en ver la segunda, os lo haré saber. No guardo muchas esperanzas.

19 octubre 2023

Traitors España

Traitors España (Reality show, Gestmusic para HBOMax)

 


Pongamos a una docena de desconocidos, o casi, que son convocados para jugar a un juego, delante de las cámaras, del que parece que no saben nada. Ese juego consiste en que, de todos ellos, tres serán nombrados "traidores" al grupo, y tienen que luchar contra el resto, que deben averiguar quiénes son para que no los "asesinen", expulsándolos del juego.

Para ello seleccionemos a gente, más o menos conocida, por ser buenas en su campo, especialmente en campos competitivos, como el deporte o el póker, o en campos donde se premia el trabajo en equipo, como actores. A ser posible, con cierto gusto por lo canalla, espíritu de diversión y un dinerito curioso que les vendrá bien a cualquiera de ellos. Llevémoslos en un tren a un paraje aislado en medio de Castilla, y veamos qué pasa y cómo se relacionan entre ellos para intentar cumplir con su función.

Y he aquí el resultado, el reality más interesante que he visto desde el primer Gran Hermano, (mucho más que éste, de hecho),  donde un grupo de gente intenta resolver una partida de Cluedo casi real, en el que todo está amañado.

La trama está perfectamente atada, los papeles están inicialmente muy bien repartidos, y el casting está lleno de personalidades potentísimas que entran completamente en el juego y que, por ello, viven y sienten de verdad, hasta cuando se los acusa falsamente por algo que no tiene más importancia que el perder.

Brillan con luz propia Juan Sanguino y Abril Zamora, verdaderos protagonistas y narradores en primera persona de todo lo que acontece, pero tampoco lo harían tanto si el resto de los participantes no tuviera cada uno una forma completamente distinta de enfrentar el juego. 

Al final es una serie policiaca, pero sin guión, y con la colaboración del espectador, que desde casi el inicio termina sabiendo más que todos sus protagonistas. 

Ya podría aprender algo Telecinco, dados los resultados de sus realitys de gritos, peleas, carpetas y mamarracheces orquestadas para tener vida televisiva después. Ojalá tres temporadas de Traitors al año. Aquí el que escribe se lo vio en dos tardes, no les digo más. 

17 octubre 2023

Anacleto: Agente Secreto

Anacleto: Agente Secreto (Javier Ruiz Caldera, 2015)

 

Anacleto, agente secreto, llega a una cárcel para escoltar a su archienemigo Vázquez a España, creo, pero el convoy en el que lo trasladan es atacado, Vázquez liberado y él queda gravemente herido. Como su archienemigo es un malvado muy malvado de cómic, tiene decidido vengarse de él matando a su hijo Adolfo, un bueno para nada que trabaja de guardia de seguridad y cuya máxima aspiración en la vida, para desesperación de su aventurera novia, es verse todo lo que pueda del catálogo de Netflix durante su día libre.  

Empiezan a pasar cosas en la vida de Adolfo, unas más esperables, como que su novia lo mande a freír espárragos, y otras más raras, como que un señor lo intente matar en su sala de estar y termine siendo víctima de unas artes defensivas que Adolfo no recordaba tener, o que su padre resulte ser un agente secreto de una agencia de inteligencia que parece ser más torpe que el departamento de comunicación de la RFEF. Él no quiere saber nada de nada de ello, pero entre que su padre insiste y que en todo su entorno no para de haber espías de Vázquez que hacen todo lo que pueden por quitarlo de en medio, a Adolfo no le queda otra más que ayudar a atrapar al malvado y convertirse en el heredero de su padre.

Ruíz Caldera abandona la comedia más pura, después de la más que reivindicable Tres bodas de más, para pasar a hacer una adaptación muy libre del cómic clásico de Vázquez, con una versión mucho más heroica del personaje clásico, más en la línea de la comedia de acción hollywoodiense que del esperpento patrio, lo que no es malo de por sí, pero personalmente hubiera preferido lo segundo. 

Aún así, mantiene el tono cañí y gamberro, disfrazado al inicio entre tanta acción convencional que casi ni llama la atención, pero que va cogiendo fuerza a medida que avanza la película, para terminar desmelenándose al final, su parte más divertida e interesante. Esa en la que empiezan a terminar bromas que se han iniciado al principio, donde a los aventureros se les quitan las ganas de aventuras, y donde las suegras son malas, como han sido toda la vida en el imaginario colectivo.  

Se ayuda para ello de un reparto perfecto, con un Quim Gutiérrez que está comodísimo en su papel de adolescente añoso (en el que ya es experto), una Alexandra Jiménez que vuelve a demostrar que es una actriz cómica fantástica, un Imanol Arias y un Emilio Gutiérrez Caba que, sin hacer nada, lo hacen todo bien, y un Carlos Areces, más Areces que nunca, villano perfecto de una película como esta. Y eso sin empezar a hablar de los secundarios, posiblemente, lo mejor de toda la película. 

La tenéis actualmente en RTVEplay, gratis. De nada. 

15 octubre 2023

Del lado del verano

Del lado del verano (Antonia San Juan, 2012)

 


Una mujer se despierta en el sillón de una habitación de hospital. Está acompañando a su padre moribundo, se tiene que ir a clase y se ha quedado dormida sin que llegue un relevo que nadie parece tener claro quién tiene que coger, por lo que se marcha aprisa tras avisar de la situación. Justo después, y mientras su madre intenta evitar un suicidio, su hermana está pendiente de su novio traficante, y su otra hermana adolescente está en su propio mundo, suena el teléfono para informar del fallecimiento del hombre, cosa ante la que se desencadena el conflicto, nada latente, entre ellas mismas, y con la madre, hermana y sobrinas del padre. 

Las hermanas de la madre, que no se hablan entre ellas por algún motivo que todos saben pero nadie dice, aparecen para apoyar a su hermana porque es lo que tiene que hace la familia, a la vez que se desprecian y se alían con la familia del muerto en contra de esta, a quien consideran culpable de todo lo que el fallecido había considerado hacer en su vida. El resto de familiares no ayudan en absoluto, y la viuda parece no ser capaz de ocuparse bien de su propia familia, por más que se nos presenta como la salvadora del barrio, permitiendo a sus hijas destrozar su vida, salvo a la mayor, esa que era la única que se preocupó del padre a tiempo, a la que se le presupone la capacidad de hacerse cargo de todo, cosa por la que planifica una huida sin que peligre su rol en la familia, mediante una beca de estudios a las antípodas, para lo que sólo cuenta con el apoyo de su novio, que cae en el momento en que más lo necesitaba.

San Juan presenta una historia familiar compleja, de miseria moral y cultural, en base a anécdotas divertidísimas, de base más que creíble, que va insertando a la vez que intenta señalar el desarrollo de su historia, y gracias a las que realiza un análisis demoledor de una parte de sociedad canaria, que se presupone matriarcal (pero que en realidad carga de responsabilidad a la mujer para disculpar la de los hombres) y tolerante con la diversidad, (siempre y cuando no toque en tu casa), donde la gente se queja de la poca vergüenza del otro mientras defrauda al INSS, donde nos dejamos el dinero en el bingo mientras vamos juzgando al prójimo sin querer ver lo nuestro, donde "la familia" es el pilar fundamental cuando casi ninguna funciona como tal, donde mientras el novio de la niña tenga dinero, ¿qué más da los cuernos que tenga o de dónde vengan las perras?... Una sociedad hipócrita, exhibicionista, de gente que cree que por llegar a final de mes es más importante que el vecino, una sociedad que, si bien el costumbrismo es canarísimo, podría estar localizada en otros mil y un lugares de nuestra geografía patria.

Precisamente esa visión, por momentos salvaje, por momentos tomándose demasiado a broma escenas un tanto sensibles, fue lo que más se le criticó a la cinta, cuando es, con mucho, lo más interesante. Los que hemos visto los monólogos de San Juan en distintas celebraciones insulares sabemos cómo de bien trabaja el costumbrismo y cuán acertada está siempre con muchas de sus apreciaciones. Lo que, obviamente, a nadie le gusta que le señalen los defectos.

Pero en eso estamos, a eso venimos, para eso vivimos, y esta película los tiene. Al final, mucho sketch, pero no hay un nexo de unión claro. No desarrolla la historia central, sólo intuimos las motivaciones de la protagonista, una Macarena Gómez que no para de sufrir, y sufre estupendamente, en ningún momento, ni los del personaje de su madre para estar ahí, que es a lo que se dedica, a veces casi como un mueble. Hay decisiones de casting cuestionables, al menos (especialmente cuando los actores locales están inconmensurables), una tendencia a la exageración de lo dramático que termina cansando (la tragedia final me levantó una carcajada involuntaria, ya era demasiado) y que tiene que ver con que San Juan quiere hablar de tantas cosas, en general, que al final termina abriendo demasiados frentes para dejarlos abandonados poco después.

¿Que es mejorable? Mucho. ¿Que se la recomendaría a cualquiera? Sin lugar a dudas.

14 octubre 2023

La isla mínima

 La isla mínima (Alberto Rodríguez, 2014)

 

Parece que el inicio de la primavera me vino bien para empezar a ponerme al día con el cine español de los últimos quince años, labor que no parece que vaya a terminar nunca. Aún así, aprovechemos este acontecimiento, meses después, para volver a insistir en los bien que se dirige la intriga y/o acción en este país, siempre y cuando haya presupuesto. 

Ambientada en el final de la transición, cuando aún todo era demasiado parecido a lo que había antes, dos policías, uno con fama de corrupto y otro con fama de "socialista" y demasiado honrado para el cuerpo, son enviados a una pequeña aldea en las marismas del Guadalquivir a investigar la desaparición de unas adolescentes, teniendo que enfrentarse no sólo a su mutuos prejuicios, no sólo a los secuestradores/asesinos, sino también al miedo, a la desconfianza y a los secretos de una sociedad injusta donde el poderoso era protegido, no como ahora, que están todos nadando en pulcritud moral sólo por el temor al escarnio público.

El ambiente es asfixiante como una tarde de un día de julio en la campiña sevillana, la fotografía ayuda a ello, pero realmente quienes componen la opresión son los personajes, ante uno que quiere ayudar hay doce que lo impiden. La honestidad no es una opción en un entorno que tiene demasiado que perder con ella, e intentar serlo sólo sirve para que los trileros saquen ventaja de ella, siendo la única opción, ya al final y cuando se ha intentado todo, el aceptar las reglas del sitio en el que nos movemos, aceptar las limitaciones de lo que podemos hacer, aceptar la solución que se nos ofrece, por más que seamos conscientes de que hay mucho más detrás de ella que delante, para que llegue el momento final, ese desenlace justo en medio de una tormenta, que no sólo alivia el campo, también la sensación de que mientras más avanza la película, más lejos estamos del final.

Película policiaca al estilo de cine de parejas americanos de los 70-80, con un lenguaje y ambientación propios y mucho más actuales, con una tensión creciente y una acción muy bien rodada, al final en realidad estamos en una película clasiquísima, muy bien escrita, mejor dirigida, y fantásticamente interpretada, no sólo por sus protagonistas. El resto del elenco, mucho más desconocido, les hace sombra sin inmutarse, y eso sí que es llamativo. 

13 octubre 2023

Dolor y gloria

Dolor y gloria (Pedro Almodóvar, 2019)


El último episodio de mi reconciliación con Almodóvar pasó hace ya muchos meses, cuando Netflix aún permitía compartir cuenta, pero ya muchos habíamos decidido que no nos salía a cuenta el pago mensual de un sitio con cada vez menos cosas interesantes que ofrecer. Como penúltimo servicio, y ya que la aplicación seguía conservando casi todo el catálogo almodovariano, opté por ver el último largo que me quedaba, el que más me ha gustado de todo su cine desde principios de los noventa. Que no haya escrito de eso hasta ahora es un misterio que tendré que resolver.

La historia trata de un director de cine, al que se va a homenajear con la remasterización de una de sus películas fundamentales, que intenta hacer las paces con el actor principal de esa obra, con el que no se habla desde décadas atrás, en una especie de movimiento publicitario que el propio actor, venido a menos, aprovecha en su beneficio. El paso del tiempo ha dejado secuelas, entre ellas un dolor insoportable, que mitigará gracias a la heroína, en su momento, fuente de conflicto con este actor, y ahora nexo de unión temporal entre ambos. Mientras camina, en lo que él mismo parece sentir que es el final de su historia, rememora sus personas significativas, sus experiencias vitales importantes, y echa de menos todo aquello que él mismo se encargó de alejar, porque en realidad no siente que lo merezca. 

Y entendemos su propio dolor, el de ese hijo al que su madre, en su preocupación por hacerlo prosperar, jamás dio una palabra que no estuviera relacionada con la insatisfacción que le producía como hijo. Y ahí descubre su homosexualidad, y ahí huye, y ahí conforma la película de su vida, que observamos en forma de flashbacks y que él mismo reconoce como fuga ante la imposibilidad de cumplir la tarea familiar que su madre considera que se le ha marcado, por más que él no la tenga clara nunca y tenga que ver con la insatisfacción crónica de esta. 

Mantengo que Almodóvar gana mucho cuando deja de intentar ser trascendente y se pone a contar historias, y esta película es firme prueba de ello. Más centrado en relatar una reinvención de su propia vida que en homenajear su cine, las frases grandilocuentes y el tono didáctico prácticamente desaparecen, agradeciéndose que se centre en lo que ocurre, en lo que cada personaje siente, y en lo que dice desde la emoción, por más brutal que sea.

Al final no deja de ser un melodrama, y entre el género y el autor, son señas de la casa las imposturas, pero en este caso no me molestan. Estéticamente bellísima, sin rellenos en medio, consecuente con lo que quiere contar, Almodóvar consigue ser más Almodóvar de lo que ha sido en las últimas décadas, precisamente olvidándose de intentar serlo. 

Y por si fuera poco, los actores. Antonio Banderas, al que siempre pongo en duda el talento, está sublime en su personificación del propio Pedro, imitando algunos de sus manierismos y entonación, pero sin llegar a la pantomima. Asier Etxeandía hace lo que puede (que es mucho) con el personaje, probablemente, más flojo, estereotipado y prescindible de todo el relato, y el resto de actores cumplen a la perfección. Pero quien me deja cada vez más boquiabierto es Penélope. Cómo está Penélope.

11 octubre 2023

Wakanda Forever

 Black Panther: Wakanda Forever (Ryan Coogler, 2022)

 

 

Me imagino que en una maquinaria tan, al menos en apariencia, precisa como el Marvel Cinematic Universe (MCU a partir de ya), el fallecimiento de uno de los que está llamado a convertirse en la gran superestrella afroamericana del estudio, debe ser poco más o menos que una catástrofe industrial. 

Y eso sin contar con lo que debe haber supuesto al equipo de, no sé cómo llamarlos, "creativos"/"ideólogos", tener que hacerse cargo de la pérdida de un personaje que se antojaba fundamental para la continuidad de esa serie de largometrajes, una vez a punto de terminar de desaparecer Los Vengadores. 

No dudo en lo mucho que se habrá trabajado, repensado, propuesto... pero, sin que la original Black Panther sea de mis películas favoritas del franquiciado, flaco favor le han hecho al personaje y a la saga, pareciendo haber quedado al final, como un capítulo de relleno, muy en consonancia (por otra parte) con todo lo que viene siendo la fase 4 del MCU

Wakanda Forever tiene un lastre inevitable, la enfermedad y fallecimiento de Chadwick Boseman, a cuyo homenaje va dedicada una primera parte que se hace eterna, si bien además parece servir de coartada para un cierto aire de solemnidad y pesadumbre que acompaña a todo el metraje, y que ayuda más bien poco a digerir la historia.

Historia que, por otro lado, da la impresión de estar hecha a retazos, añadiendo el duelo a lo que ya planeaban contar, incluyendo nuevas pérdidas absurdas y una guerra con los pueblos del agua que, por más que lo pienso, no acaba de tener motivo, como tampoco parece tenerlo el intento de seducción de Namor, que por otra parte es, junto con sus generales, los únicos personajes interesantes de la película.

Funciona bien en la acción, la comedia prácticamente desaparece, y el drama, tontorrón, artificial, sin desarrollo alguno, se sobredimensiona para acabar aburriendo a las marmotas. El tercer acto, el de aventuras más puro, salva los muebles por más que deje un final abierto con macguffin incluido, que no deja de reforzar la idea de que este proyecto es al que se han visto obligados a hacer, sólo para poder pasar página y ver adonde van en la siguiente.

07 octubre 2023

Y habían pasado más de mil años, muchos más.

En realidad no había pasado tanto, pero lo parecía.

Y me di cuenta de que todo había cambiado, y yo había cambiado, y no podía continuar lo que había dejado porque no lo sentía como mío, aunque lo era, pero de hacía mucho tiempo. 

Y aún así, me apetece seguir escribiendo de lo mismo, con la misma forma, con distintas opiniones, y por eso hoy comienza otra cosa, que será lo mismo pero diferente, en estas páginas.

Si vienes desde el otro lado, gracias.

Ahsoka

Ashoka (serie de TV,    Lucasfilm)   Tras abandonar la orden Jedi, Ashoka Tano, la antigua padawan del Anakin Skywalker, ha ido siendo una p...