The little mermaid (Rob Marshall, 2023)
¿Aporta algo rehacer una película de animación icónica, como de "acción real", cuando el CGI llena el noventa por ciento del metraje? NO. Y aunque no fuera a base de CGI, no tiene sentido alguno, más allá de la esperanza de recaudar por recaudar sin tener que gastar mucho en guionistas, me imagino.
La historia es que, como ya ha pasado con otras (sólo he visto un par de ellas, y, como esta, no por decisión propia), la The little mermaid hecha con actores no aporta absolutamente nada a la versión de animación clásica, y cae en todos los errores que, en su momento, vi en las versiones no animadas de Beauty and the Beast y Mulan, quizá está última la más decente de todas.
Entiende, como las anteriores, que la versión anterior estaba dirigida a público infantil, y quieren dirigir esta a adultos, cosa que hacen sin plantearse dar profundidad real a sus personajes ni historias, no vaya a ser que espanten a los disney-adults, sino a base de añadir escenas extras que no aportan nada, optar por fotografía oscurecida, y algún que otro frame de tortura/dolor/conflicto banal, como mucho. Diatribas en torno al amor y la herencia principesca, también sin ningún tipo de profundidad alguna, son las originales de este título respecto a otros, pero todo con la misma irrelevancia y sin que sirvan para nada más que para alargar el metraje.
Aunque ese es el peaje, lo peor no está ahí. Lo peor es que la estética es horrible, los personajes están caricaturizados, Úrsula es una pantomima, salvo la protagonista, el resto de los actores parece que están ahí para cobrar el cheque, se alarga muchísimo, resulta aburrida, los números musicales son artríticos, los personajes de animación dan mucha grima... Es, francamente, una terrible adaptación de una película de animación modélica. Rob Marshall hace lo que puede, pero no le sale bien.
¿Es lo peor que he visto este año? No. Ahora, ni la voy a volver a ver ni la voy a echar nada de menos.
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